Hola a todos, bienvenidos a mi blog.
Aquí iré contando mis pequeñas aventuras, retos deportivos, viajes y vivencias en compañía de Natalia y nuestros amigos (y desde marzo de 2013 también nos acompaña Miguel). Montañas, carreras, marchas, escaladas, furgo, bici, playa, surf.... todas esas cosas que nos gusta hacer y que "necesitaríamos más vidas" para poder hacerlas todas, así que hay que aprovechar, porque... "Sólo se vive una vez".
Y en esta idea se resume el sentimiento de este blog. Espero que os guste.



viernes, 29 de junio de 2012

Jultayu, 24-6-12

El domingo pasado nos tocó marcha de montaña con nuestro club, la Sociedad Deportiva de Torrelavega. En esta ocasión el destino eran los Picos de Europa y la ruta: Lagos de Covadonga-Jultayu-Culiembro- Puente Poncebos. La idea original cuando hicimos el calendario del club era bajar por la canal de Trea, pero debido al derrumbamiento que se produjo hace unos meses en la ruta del Cares, tuvimos que cambiar la ruta y bajar por la canal de Culiembro.
Vamos al lío, después del madrugón, y de la típica parada con la Deportiva para desayunar y coger el pan, por fin llegamos a los Lagos con un día espectacular, ni una nube en el cielo y un sol radiante. Nos preparamos, nos ponemos las botas, crema para el sol y... cuando nos damos cuenta ya nos hemos quedado los últimos, joder, que prisas!!! Bueno, allá vamos.


Entre charlas y risas, poco a poco vamos saliendo del aparcamiento y de la zona "civilizada" de los Lagos para ir internándonos en el corazón del macizo occidental de los Picos.


Disfrutando del maravilloso día y del espectacular paisaje, seguimos ascendiendo suavemente por un bonito sendero. Llegamos a una fuente, donde aprovechamos para beber y reponer agua y de paso nos reagrupamos, ya que el grupo se ha ido estirando.


Seguimos nuestro camino, siempre en ascenso, hasta llegar a un punto donde el grupo se dividirá en dos. Por un lado los que subiremos al Jultayu y por otro los que continuarán hacia el refugio de Vega de Ario sin subir al pico. 


El Jultayu no es un gran pico, es más, según le ves parece una "cuesta de vacas", pero al final de la ascensión la cosa se pone un poco chunga, el terreno se empina bastante y hay que sudar un poco. Un último esfuerzo y ya estamos en la cumbre del Jultayu (1940m.).


Las vistas son espectaculares, debajo nuestro, y cuando digo debajo es literalmente debajo, el pueblo de Caín y a nuestro alrededor los macizos central y occidental de los Picos con sus altas cumbres recortándose contra el cielo azul, grandioso.


Nos entretenemos un buen rato en la cumbre, comiendo, haciendo fotos, disfrutando de las vistas... hace buenísimo y de ganas nos quedaríamos más tiempo, pero hay que empezar a bajar, que todavía nos queda un largo camino por recorrer. Así es que vamos bajando rumbo al refugio de la Vega de Ario.


Llegamos al refugio y esperamos un poco a que llegue el resto del grupo para seguir bajando, esta vez camino de las Majadas de Ostón. Luis, que guía la ruta, en vez de llevarnos por el camino habitual, nos baja por un camino poco transitado que en alguna ocasión se pone un poco difícil porque hay mucha maleza, un par de veces perdemos los hitos... pero bueno, al fin después de un rato ya vemos las majadas de Ostón y poco después ya estamos metidos en la canal de Culiembro.


Bajamos, bajamos, bajamos.... y llegamos a la Ruta del cares, todavía nos quedan unos 7 kilómetros hasta llegar a Puente Poncebos y al final de la ruta. Esto ya es un paseo que hacemos a buen paso y charlando tranquilamente. Llegados a este punto, hay que decir que Natalia pisaba por primera vez la conocidísima Ruta del Cares, que ya era hora!



Después de una hora y pico de ruta del Cares llegamos a Poncebos, al autobús, a las birras y al fin de nuestra ruta.


El día no ha estado nada mal, buen tiempo, buena compañía, 1200 metros de desnivel positivo acumulado, 1990 metros de desnivel negativo y un total de 10 horas de caminata, lo dicho que no ha estado nada mal.




lunes, 18 de junio de 2012

Vía Ferrata de La Hermida, 16-6-12

El sábado pasado, con el pretexto de celebrar el cumpleaños de Pedro, nos fuimos a pasar el fin de semana a territorio lebaniego y aprovechamos el sábado para hacer la vía Ferrata de la Hermida. Así fue la cosa.
A las 9 de la mañana del sábado habíamos quedado en la Hermida un grupo variopinto de amigos de Pedro para escalar la vía ferrata. Después de la oportunas presentaciones y de repartirnos el material que habíamos podido recolectar entre amigos y conocidos, ya estamos listos para empezar, así que foto de grupo y allá vamos.



Debido a mi mayor experiencia en vías de este tipo, me autoproclamo guía del grupo, sin ningún voto en contra, doy unas pequeñas indicaciones de seguridad a pie de vía y para arriba!!!



Mientras los novatos van viendo como va la cosa y se les van pasando los nervios,  entre fotos y risas vamos avanzando por un primer tramo vertical.


Luego pasamos algunos tramos de bosque y camino donde nos vamos reagrupando y cambiamos impresiones. A todo el mundo le está gustando y vamos muy bien.


Seguimos hacia arriba y llegamos a la cueva del Jabalí, donde toca hacerse otra foto de grupo.


Después viene un tramo un poco chungo, donde los de patuca corta lo pasan un poco mal, por lo alejado de los peldaños.


Nos crecemos ante las dificultades, y como cuánto más difícil, mejor nos lo pasamos, superamos todos este tramo y seguimos hacia arriba.


Continuamos escalando y llegamos a un punto donde la vía se bifurca y hay la opción de continuar por unos puentes tibetanos que han puesto nuevos hace poco, decidimos dejarlos para una próxima ocasión y seguimos hacia arriba por la vía "original" hacia cueva Ciloña.


Nuevamente nos encontramos con un tramo bastante "interesante" con un paso chunguito al final que a algun@s les hace sudar un poco...


Y cuando mejor nos lo estábamos pasando, nos damos cuenta de que esto ya se ha acabado.


Ya sólo nos queda subir caminado hasta la cueva Ciloña, donde nos comemos el bocata, nos hacemos otra foto de grupo y nos vamos pitando para abajo porque se ha metido la niebla y hace un frío que flipas...


Por un bonito camino bajamos hacia la Hermida, llegamos a una carretera y enseguida al pueblo, mientras comentamos que hay que volver para hacer el tramo de los puentes tibetanos y algun@s calientes proponen volver a hacerlo ahora... ja, ja, ja... otro día volvemos, que total esto está al lado de casa!!


Y hasta aquí la vía ferrata, el resto del día transcurrió según lo previsto. Bonita casa rural en Lerones, cortesía del cumpleañero, bañuco en la piscina para relajar los músculos, duchita, barbacoa, risas, tarta, velas, regalos...



Nos despedimos hasta la próxima recordándonos que tenemos pendientes esos puentes... hasta pronto amigos!



lunes, 4 de junio de 2012

Hiru Haundiak 2012, 2-6-12

Pues aquí, en caliente, con las piernas todavía doloridas y los pies hechos polvo, os voy a contar cómo me ha ido en el Hiru Haundiak este pasado sábado.
"Hiru Haundiak" (los tres grandes) es una marcha de montaña en la que se suben las tres montañas más altas del País Vasco, el Gorbea (Alava), el Anboto (Vizcaya) y el Aizkorri (Guipuzcoa), con un recorrido total de 100 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 5075 metros. Hace años que me había planteado que estaría guapo hacerla, pero nunca me había decidido. El año pasado, hablando de ello con nuestro amigo Juantxu me dijo "este año la hacemos, ya te apunto yo", y así fue como me metí en este lío, al final Juantxu no ha podido hacerla porque está lesionado, así que el sábado me planté yo solo en la línea de salida. Bueno, solo no, con otros 1300 participantes.
Vamos al lío, el viernes por la tarde vamos a Araia, localidad donde termina la prueba, a recoger el dorsal y hace un calor de la ostia, treintaypico grados o más "joder, como mañana haga así, palmamos". Además del dorsal, me dan una bolsa con una pila de cosas, un libro, un litro de leche, un litro de caldo, un cartel, papeles varios, una bolsa de patatas fritas, la camiseta y un vaso de la prueba, bonito detalle que además nos servirá para beber en los avituallamientos. Después nos vamos a Berantevilla a cenar con nuestros amigos Juantxu e Idoia, Llegando a Berantevilla, el tiempo está cambiando, aumentan las nubes y a lo lejos se oyen truenos "no me jodas..." Después de cenar, Natalia y Juantxu me acompañan a la salida, en Gopegi, donde la tormenta ya es una realidad, rayos y truenos nos acompañan en los preparativos a los que vamos a hacer la prueba y empiezan a caer algunas gotas... Un poco después, ya llueve bastante y nos metemos a cubierto con otros participantes en el frontón del pueblo.



A las 00:00 es la salida, así que me voy para allá con el Gore puesto, porque llueve. Mientras esperamos la cuenta atrás, el de la megafonía va diciendo: "quedan 10 minutos... 9 minutos.... 8 minutos..." y los participantes nos miramos unos a otros, con cara de resignación y una media sonrisa mientras pensamos: "por favor, que deje de llover". A todo esto, el de la megafonía sigue a los suyo: " queda un minuto... 15 segundos... 10... 3, 2, 1!!!" Allá vamos, empezamos andar a muy buen ritmo, yo diría que hasta muy deprisa, pero somos muchos y te lleva la marea. El grupo se va estirando, algunos me adelantan y yo adelanto a otros, mientras ascendemos por pista y a la luz de las frontales hacia el primer grande, el Gorbea. A las dos y cuarto de la mañana hago cumbre en el Gorbea, marco en el control de paso e inicio el descenso, por un prado de hierba muy empinado, camino de Ubidea, Hace rato que ha parado de llover y voy en camiseta, ahora hace mucho calor, hay que joderse. Durante el descenso, corro a ratos y adelanto a bastante gente, hasta que me digo "tranqui, no corras, que todavia queda mucho" andando a buen ritmo llego a Ubidea, donde pasamos un control de paso y hay avituallamiento líquido. Después continuamos por un tramo de bosque camino de Otxandio, punto de control, avituallamiento líquido y sólido, a donde llego a las 4:53 de la mañana. En el frontón está el avituallamiento, toda la pista está llena de gente tirada por el suelo, descansando, comiendo, y algunos mirándose los pies o estirando. Como algo, y aprovecho para ir al baño y así evitar tener que parar luego "de urgencia". Enseguida continuo rumbo a Urkiola, siguiente punto del recorrido. La ruta continua por un bosque, primero por camino y después por pista. Ya va amaneciendo y paso el primer momento jodido del día, me entra sueño, voy dando como "cabezadas" y un par de veces como que se me nubla la vista, es sólo un instante, pero lo paso bastante mal, como algo y se me pasa. Al poco rato llegamos a Urkiola.
Al salir del avituallamiento, parece que quiere volver a llover, aguanto un poco en camiseta, pero la cosa se pone más seria y me tengo que poner el Gore. A la media hora, ya avistando el Amboto, para de llover. Empezamos el ascenso por un estrecho y bonito camino de montaña en zig-zag, muy empinado y todos en fila, control de paso en la cumbre y "atasco" para bajar, el sendero es estrecho y la bajada es complicada. Al final llego al avituallamiento bajo el Amboto, bebo y recargo agua, aprovecho para llamar a Natalia y decirla a que hora espero llegar a Landa, y después, continuo mi camino hacia el Orixol. El camino es muy guapo, por un bosque de hayas flipante. Además hace bueno y al ser ya de día, pues se disfruta más, vas más cómodo, aunque el camino es en ascenso y parece que no se acaba nunca. Al fin paso el control del Orixol e iniciamos el descenso hasta el Puerto de Kurtzeta.
Kurtzeta es el kilómetro 50, la mitad del recorrido, y entre los participantes hay muchas ganas de llegar, a partir de allí ya iremos contando los kilómetros hacia atrás. El cansancio va haciendo mella en el cuerpo y van apareciendo los primeros dolores, además ahora hace mucho calor, al fin, poco antes de las 11 de la mañana cruzamos la carretera en el Puerto de Kurtzeta.
Pasado el puerto, comenzamos a subir de nuevo rumbo al cruce a Jarindo, el camino discurre por una ancha pista atravesando un bosque, con unas rampas durísimas al final. Al otro lado, empezamos el descenso camino de Landa, avituallamiento sólido y líquido, kilómetro 60 y el lugar donde según me han comentado mucha gente se retira. Entre los que vamos caminando algunos se lo están pensando "hasta Landa, y luego... ya veré", me preguntan y yo contesto "yo hasta Araia, hasta el final, para eso hemos venido, ¿no?". Bajando por un cortafuegos con muchísima pendiente, llegamos a Landa.


En Landa me está esperando Natalia, me hace unas fotos y me pregunta que tal y esas cosas, me alegro de verla y le cuento mis penas. Aprovecho para coger agua en la fuente, que estará más fresca que la del avituallamiento y voy a comer algo. Bocata de tortilla para variar de tantas barritas, geles y demás mierdas, y de postre helado. También aprovecho para pensar qué voy a hacer, el fantasma del abandono me ronda, estoy cansado, me duele bastante el pie y hace un calor de la ostia... Nada, tengo que seguir, me despido de Natalia hasta Araia y a la media hora de llegar, salgo de Landa.


Se hace duro volver a arrancar después de un rato parado, hace mucho sol, calor y la subida es para flipar, no cojo ritmo y me estoy rayando un poco... paro en una sombra con el pretexto de sacar las gafas de sol y aprovecho para coger el mp3 y meterme un gel y una barrita. Ya con la musiquita, retomo mi camino poco a poco. Voy subiendo, y subiendo, para luego bajar y volver a subir, y así durante interminables horas y muchos kilómetros por un cordal lleno de molinos de viento, son 79 y hay que llegar hasta el último, se hace interminable, parece que se acaban y de repente aparecen más, sin duda este tramo es el peor del recorrido.Por fin se acaban los molinos y a lo lejos se vé el Aizkorri, no puede ser que esté tan lejos, si parece que esté a 200 kilómetros!!! No queda otra, así que seguimos caminando como zombies camino de Urbina, último control de cierre, si a las 20:20 no sales de allí, te descalifican. Con la presión del tiempo encima apretamos el paso, llegamos a Urbina con bastante margen e iniciamos el ascenso hacia el Aizkorri.
El ver el pico tan cerca y saber que ya se acerca el final, da alas en esta última ascensión. Eso, y que hace ya un rato que se fue el sol, hace viento y frío y se oyen truenos cada vez más cerca...Y yo le dí el Gore a Natalia en Landa para aligerar peso, seré gilipollas!!! Con el ruido de los truenos cada vez más cerca, hacemos cima en el Aitzcorri un  grupo bastante grande, pasamos el último control en la misma cima, son las 20:36:27, e iniciamos el descenso justo en el momento en el que empieza a llover.
Esto pinta feo, hay que crestear un poco y bajar por un camino de piedra que en cuanto se moje va a ser el descojono...Aprieto un poco el paso y aprieto un poco los dientes también, porque me duele todo, para bajar más deprisa y empiezo a adelantar gente... me encuentro bastante bien, y cuando me quiero dar cuenta estoy corriendo. Sigo adelantando a gente y sigue lloviendo sin parar. Entramos en un tramo de bosque y entre lo nublado que está y que ya se va a hacer de noche, cada vez se ve menos. Ahora el camino está totalmente embarrado, no para de llover y encima a ratos se mete un poco de niebla. Sigo mi descenso corriendo, cuanto más baje antes de que se haga de noche, mejor. Al final, llega un momento en el que tengo que parar a sacar la frontal, porque ya no se ve nada. Menos mal que el camino está bastante bien marcado, con cintas y balizas luminosas, pero aun así, un par de veces tengo que volver hacia atrás porque no estoy seguro de haber seguido el camino correcto... bajo mucho rato solo, adelanto a algún grupillo y sigo...Llego al último avituallamiento, un tío con una mesa de camping en medio del bosque con la única luz de su frontal me saluda y me ofrece agua (en euskera, ja, ja, ja...), le doy las gracias y le digo que no quiero nada, sólo llegar, le pregunto cuánto falta para acabar este puto bosque, que parece que no se acaba nunca. Me dice que unos tres kilómetros, no sé porque me temía algo así, teniendo en cuenta que faltan cuatro para la meta, todo lo que me queda es bosque. Pues nada, otra vez para abajo, corriendo, chapoteando, patinando y sin parar de llover. Por fin veo las luces del pueblo, salgo a una carretera asfaltada y al empezar las primeras casas me reciben los gritos de ánimo de la gente "aupa ahi", "ondo, ondo", "aurrera", otros en euskera que no sé lo que quieren decir y algunos "venga, que ya está". Oigo mi nombre y alucino "joder, si aquí no me conoce nadie" miro y veo a nuestros amigos Juantxu e Idoia. Disfrutando el momento, cruzo la linea de meta donde me espera Natalia. Ya está, lo consegui! 22 horas, 44 minutos y 58 segundos.



Voy a devolver el chip, lo conectan al ordenador y al instante te dan el diploma que acredita que has acabado la prueba, bonito detalle. Como algo en el avituallamiento, pido algo para beber y me ofrecen agua "¿más?" ja, ja, ja... me dan un vaso de sidra. Nos quedamos un rato aquí en la línea de meta, charlando y disfrutando el ambiente mientras llega algún participante más, a algunos se les va a hacer tarde, se lo he comentado a los de la organización, por lo mal que estaba la última bajada.



Yo ya estoy abajo y estoy feliz, muy contento por haber acabado, y más porque hubo momentos en los que pensé que no podría hacerlo. Me decía a mí mismo que no volvería aquí en la puta vida, y ahora mismo ya estoy pensando en que lo puedo hacer en menos de 22 horas.... y...¿en 21?, o ¿en 20?... ja, ja, ja... ya veremos, ahora es momento de descansar, que me lo he ganado. Gracias a tod@s l@s que os preocupasteis por mí... va por vosotr@s!!